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Entre guiones, libretos o pautas

Por María Elena Cruz/

Sé que Dios nos ha dado dones y talentos para poder usarlos en la expansión del evangelio por eso es importante que los utilicemos y los desarrollemos adecuadamente. Si es usted de los que cree que Dios lo llamo para “evangelizar” a través de la radio es necesario que se capacite y no piense que hacer un programa de radio es solo sentarse frente a un micrófono y hablar o predicar.

No es lo mismo escuchar un programa que ha sido especialmente “producido” a escuchar  un “simple” programa de radio, si a usted le gusta escuchar radio podrá identificarlo rápidamente, comenzando por que el conductor del programa salta de un tema a otro sin sentido, es reiterativo en lo que dice, no utiliza ninguno de los elementos del lenguaje radiofónico salvo “la voz”, y tampoco le ofrece nada novedoso que capte su atención, como consecuencia, usted se aburre y cambia de dial.

Al cambiar de dial se encuentra con una voz melodiosa que pone énfasis en lo que dice pero no gritar, y que se entremezcla perfectamente con un fondo musical y sonidos que grafican plenamente el tema que está tratando, además le ofrece información relevante sobre el tema y no solo eso sino que lo invita a participar llamando al programa. Sin lugar a dudas ese programa captó su atención,  usted sigue escuchando y no cambia de dial.

La diferencia entre un programa y otro es la producción o preparación del mismo, además de la utilización del lenguaje radial, el enfoque de los temas y la conducción de un profesional en comunicaciones que maneje muy bien la entonación e hile las ideas correctamente.

En el artículo anterior hablamos de los géneros y formatos hoy hablaremos de la estructura del texto que será leído o hablado por el o los que conducen el programa. Lo primero antes de redactar los textos (guiones, libretos o pautas) será haber definido bien el tema y haber recolectado suficiente información al respecto de acuerdo al tiempo del programa.

De acuerdo a mi experiencia en producción puedo decir que todo texto, cualquiera sea el contenido (informativo, crítico, documental, dramático, musical, o de entretenimiento) o duración, debe tener tres partes vitales: El inicio o planteamiento, el cuerpo o contenido del tema y el final o conclusión.

El inicio o planteamiento:Definitivamente tiene que captar la atención del oyente,  Narrar historias, hablar de casos reales, experiencias curiosas, últimos descubrimientos o información novedosa, son recursos que aumentarán la atención del oyente

Cuerpo o contenido del tema:Debe seguir el hilo del inicio y mantener la atención del oyente dirigiendo el texto al oyente como si fuera la única persona que existe para el conductor (locutor).

Final o conclusión:Es importante hacer un breve resumen, recuerde que la radio es efímera, no se puede retroceder para escuchar lo que ya se dijo. El final es tan importante como el inicio, utilice un mix entre voz, música y efectos.

Recuerde utilizar frases cortas, un lenguaje directo, no terminología sino palabras simples y sobretodo escriba pensando en el público al que dirige su programa.